La Violencia y los Medios
de Comunicación
1. ¿Qué es la violencia?
Para la Organización Panamericana de
la Salud: “La violencia es un acto, premeditado o no, que tiene como producto
el daño en la integridad física, psíquica, sexual, en la personalidad, y aún en
la libertad de movimiento de la víctima. La intencionalidad del hecho delictivo
es una categorización especial de algunos actos violentos. Si no existe, el
acto se clasifica como accidental”.
Por otro lado, desde el punto de
vista de las Ciencias de la Comunicación, la violencia es estudiada como uno de
los componentes en los mensajes de los medios masivos (análisis de contenido) y
de las repercusiones que pueden tener en las personas (análisis de los efectos
de estos mensajes). Esta disciplina se vale de todas las anteriores, (ciencias
de la conducta y ciencias sociales) para dar sustento a sus estudios y
análisis, para presentar alternativas a considerar en los productores de estos
mensajes, así como establecer reflexiones entre los receptores de la
comunicación social, con miras a crear receptores críticos. (Ramiro Mac
Donald,)
2. La violencia en los medios de comunicación
En este sentido, vale la pena
distinguir entre la violencia privada y la violencia pública, a las que hacen
referencia los convenios internacionales de derechos humanos, y que como
elementos de diferenciación tienen tanto los mecanismos de producción y
reproducción como los destinatarios finales y sus efectos.
De entre las clases de violencia,
en el caso del ámbito privado, la que interesa al presente trabajo es la violencia criminal o antisocial y la correspondiente al mundo
de lo público, que es la industrial.
La violencia industrial, podemos
afirmar que una de sus manifestaciones más preocupante en la actualidad es la
que se desarrolla en los medios de comunicación. Asimismo, la presentación de
imágenes y textos, destinada a excitar instintos humanos fundamentales hacia
actos contrarios a la dignidad humana, y que describe una fuerza física y
psicológica intensa, ejercida de manera profundamente ofensiva y a menudo
pasional.
Por otro lado, los medios tienen
un papel fundamental en el mejoramiento de las relaciones humanas e
interpersonales, cuando más en las que se dan entre los miembros de la familia,
como conductores de valores institucionales tales como la convivencia, la
equidad, la libertad, la responsabilidad, la colaboración, y/o valores
sociales, como por ejemplo, la tolerancia, el respeto, el amor, la
comunicación, la justicia, entre otros, o valores universales, como la no
violencia, los derechos humanos, la paz, la democracia. Debe y puede ser un
mecanismo la educación en el que predominen la transmisión de mensajes
socialmente aceptables y la antiviolencia.
3.
Tipos de violencia en medios de comunicación
La televisión y los medios de comunicación son el mecanismo para el
reforzamiento, visualización y reproducción de patrones de comportamiento, que
pueden ser deseados o no deseados por la sociedad.
La principal influencia de los
medios, radica en su capacidad para comunicar ideas acerca de la conducta, las
normas y las estructuras sociales. Es decir, que los medios proveen un entorno
simbólico que puede moldear y organizar las experiencias sociales a través del
sistema de valores o antivalores que transmite.
Es así que la violencia es una de
las formas más preocupantes en que dicha influencia se manifiesta y que es
percibida por la sociedad. Sobre el particular se puede afirmar que la
violencia que se percibe puede ser de dos tipos:
a) Una explícita, que es la que aparece en las imágenes e información, como los medios
televisivos, escritos, gráficos o informáticos, que muestran cotidianamente
imágenes de hechos o conductas violentas, nos llaman especialmente la atención
aquellas contra o entre menores y adolescentes; como homicidios, violaciones,
golpes, pornografía o imágenes de niños y niñas violentadas; también es aquella
en la que por los mismos medios se presentan imágenes estereotipadas de
subordinación e inferioridad o de roles basados en principios de desigualdad y
de relaciones abusivas de poder, y por lo tanto de discriminación.
Las imágenes que se recrean a
través de los medios de comunicación pueden, en el marco de lo antes explicado,
generar conductas, actitudes u opiniones de violencia contra grupos vulnerables
—en las que los niños, niñas y adolescentes suelen quedar a merced de los
adultos y de sus iguales con base en relaciones de poder abusivas y en la idea
de impunidad basada en estereotipos y roles sociales predeterminados socialmente
y que forman parte de la cultura de una sociedad o comunidad—, ya que
generalmente son utilizadas para poner pautas de conducta a los grupos
sociales.
b) Una implícita, que es la que se aprende y se percibe diariamente a través de las
relaciones entre los seres humanos, ya sea local, regional o universal; a
través del tiempo, de la historia, de los eventos; de los usos y costumbres, y
de las prácticas culturales
La violencia entre y contra
niñas, niños y adolescentes en los medios de comunicación, como son la
televisión, la radio, la prensa escrita, la publicidad, es una de las formas
más comunes de transmitir aspectos violentos en la familia, contra los miembros
de la familia y de la sociedad. Han sido estos medios los que han mantenido una
idea culturalmente aceptada respecto a la subordinación y las relaciones de
poder desiguales entre los miembros de la misma.
Lo anterior se puede ver
materializado en programas o imágenes, tanto infantiles como para adultos, a
los que los menores tienen acceso, con un contenido de violencia física,
psicológica o sexual. También, en aquellos casos en que menores y adolescentes
son expuestos a situaciones violentas, que sostienen antivalores como la
discriminación, la intolerancia y la reproducción de los mismos tipos de violencia
para la resolución de conflictos o como una situación normal cotidiana.
La cotidianidad nos impone una
realidad, no existe todavía en nuestro país como regla, aunque existen sus
excepciones, una cultura y una intención real de transmitir imágenes y
programas en que se desarrollen valores como el de la paz, la tolerancia, el
respeto, la conciliación, la igualdad, la libertad con responsabilidad, la
negociación y la convivencia pacífica. Por ejemplo, aquello dirigido a dar a
conocer los derechos fundamentales, el contenido de los instrumentos
internacionales y de legislación nacional que involucran la protección y
promoción de tales derechos, deberes y libertades fundamentales; así como todo
lo relativo a proveer las mejores condiciones para el desarrollo social,
familiar, personal e integral, en particular con relación al respeto a la
dignidad humana en el más amplio de los sentidos, la promoción de los valores
sociales de convivencia y la resolución de conflictos por vías pacíficas, por
mencionar algunos.
En este sentido, subrayamos la
importancia de considerar que la influencia de los medios de comunicación en el
desarrollo y evolución de la cultura representa un medio eficaz en el cambio
social, que hay que aprovechar, usándolos de modo que sirvan a las políticas
tendentes a la modificación de las prácticas sociales y culturales que
sostienen y justifican la violencia como forma de convivencia, como mecanismo
de solución de conflictos y la ejecución de actos de violencia familiar, así
como de los estereotipos y roles de género que promueven relaciones desiguales,
y que constituyen cambios sociales de gran importancia en la actualidad.
Por otro lado, para Eva Aladro
existe la violencia activa y pasiva en los medios de comunicación:
a.
La violencia pasiva, por decir así, en la que los
medios se limitan a presentar la violencia existente y beneficiarse de sus
efectos.
b.
La violencia activa, en la que son los medios los
que provocan la violencia, la ejercen o la fabrican en sus estudios y eventos
mediáticos, de modo que redoblan su peso y sus efectos.
Este segundo tipo de violencia
activa incluye no solamente la violencia física, sino también la violencia
psicológica. El asalto o la intimidación de los informadores a los
particulares, es una forma de esta violencia. Incluye la violación de la
intimidad y la ruptura de los códigos de cortesía y respeto a la persona.
Incluye la provocación y confabulación para producir violencia, por ejemplo a
través de la elección del tema de un debate o de los contertulios de un
programa. La violencia representada se acompaña de la violencia en el modo
mismo de representar.
Así nos encontramos con fenómenos
como la realización de programas en los que se reúnen a una serie de caracteres
conflictivos para ver cómo chocan entre sí, bajo la idea de que lo que se
ofrece es la realidad de las relaciones humanas, o esos otros programas en los
que se ofrece como habitual y natural conductas violentas como el insulto, la
difamación o el linchamiento de víctimas.
En los dos casos, los medios que
muestran o ejercen violencia utilizan con ella su poder, su legitimación por
ese poder ejercido. Se trata de un modo de imponer su presencia que es también
un arma de doble filo, pues los profesionales violentos o que juegan con la
violencia adquieren gran atención, pero también pierden credibilidad y
prestigio social en su función.
En el caso de la violencia
producida por agentes externos a los medios, al comprobar este fenómeno de la
escalada de violencia en los medios, la propia mente criminal se ha
especializado en representaciones violentas e impactantes, y así tenemos el
tremendo hecho de que los terroristas se inspiren en el cine o que realicen sus
atentados y ejecuciones expresamente para ser emitidos en los medios, vistos
los ejemplos que los propios medios ofrecen.
Este ya puede considerarse un
efecto terrible de la violencia creada por los medios. Si estos no hubieran
inventado el reality show o las filmaciones en directo de ejecuciones
autorizadas, las ejecuciones filmadas ante los medios no se hubieran producido.
4. Modos de presentar la violencia
Para Javier Urra y Miguel
Clemente (1998) los modos de presentar la violencia son:
·
La naturaleza del agresor. Se imitan más aquellos modelos
que se perciben como atractivos. La valoración del personaje influye en la
respuesta del espectador ante la escenificación.
·
La naturaleza de la víctima. Cuando las víctimas son
agradables o atractivas, el espectador tiende a identificarse con ellas, y por
tanto, a sentir miedo a ser él mismo la víctima.
·
El grado de realismo. Son más peligrosas las
representaciones realistas que las irreales, de lo que se podría deducir que la
violencia de los dibujos animados es relativamente inocua. Sin embargo, lo que
parece irreal a un espectador maduro puede parecer real a un niño de corta
edad.
· La recompensa o castigo. En general, premiar la violencia
o no reprobarla abiertamente estimula el aprendizaje de comportamientos
violentos.
· Las consecuencias. La presencia explícita de dolor
y daño favorece el rechazo de la violencia, dado que el espectador considera
mucho más seria una escena violenta de este tipo que otra en las que no se
muestran las consecuencias perjudiciales.
5. Teorías sobre la violencia en los medios de comunicación
·
Teoría de la catarsis. Reducción de agresividad
liberando emociones.
La catarsis postula que ver contenidos violentos en los mass media provoca
un efecto beneficioso. Este planteamiento teórico sostiene que, bajo ciertas
condiciones, la exposición a la violencia de los medios de comunicación (presente
en series de televisión o en películas de entretenimiento) puede reducir
(“ purgar” ) las tendencias agresivas de los sujetos.
Basándose en un modelo hidráulico, se postula que experimentar una emoción
(ventilarla) es una manera de liberarla. De este modo, observar dramas
violentos permitiría a las personas liberar sus respuestas agresivas y hostiles
en un contexto seguro, lo cual reducirí a la probabilidad de aparición de
respuestas de este tipo en el futuro en la vida cotidiana.
·
Teoría de la imitación de modelos
simbólicos. Aprendizaje social y efectos violentos. Script y escenarios de la
violencia.
El mecanismo propuesto es el de la imitación o modelado (Josephson,
1987). Según este razonamiento, los personajes de la televisión funcionan como
modelos (simbólicos) de los que los espectadores aprenden (por observación) nuevos
patrones de conducta, en este caso, relacionados con la agresión y con las formas
de herir o dañar a los demás en determinadas circunstancias. Estas respuestas
pueden aprenderse en ausencia de reforzamiento directo, aunque en muchas ocasiones
sí existe un reforzamiento indirecto o vicario; esto ocurre, por ejemplo, cuando
el sujeto observa en la serie de televisión o largometraje que los
protagonistas de la acción violenta son recompensados por su actuación (el líder
del grupo que gana una pelea es reforzado socialmente, recibiendo halagos,
respecto y la admiración de sus compañeros).
·
Desinhibición y legitimación de
la violencia. La positiva valoración de la violencia. Triunfo y castigo. Resolución de
conflictos por la fuerza.
Desde esta perspectiva teórica se sugiere que al observar que conductas
agresivas, inhibidas en el sujeto por la acción de las reglas sociales, no son
castigadas o incluso son reforzadas en la acción de las series dramáticas, se
producirá un efecto de debilitamiento de tales inhibiciones y se incrementará
la legitimación o aprobación de esta clase de comportamientos para resolver
conflictos. Es decir, sucede que un modelo de comportamiento que el sujeto ya
poseí a en su repertorio conductual pero que no se desplegaba, puesto que
estaba inhibido, se comenzará a exhibir debido a la acción ejercida por los
mass media (“ ver a otros ejecutando un acto
antisocial puede desatar nuestras propias restricciones” ). Muchos sujetos pueden considerar, tras
observar el comportamiento agresivo de los protagonistas de numerosas series de
televisión y películas, que puede ser legítimo intentar resolver los problemas
interpersonales mediante una actuación violenta o que puede ser una forma de
actuación correcta forzar a las mujeres para mantener relaciones sexuales
(“ si ellos pueden hacerlo, yo también”)
·
Proactivación o efecto priming. Violencia y asociación. Memoria y
ejemplo. La conectividad de emociones y conductas.
Desde esta perspectiva se concede una gran importancia a la activación
de pensamientos que tiene lugar cuando los sujetos observan contenidos violentos
en los mass media. Leonard Berkowitz (1984), el principal representante de esta
aproximación, elabora un análisis cognitivo neo-asociacionista.
· Pérdida de sensibilidad hacia la
violencia. Mediación y redundancia. La aceptación de las normas.
Desde esta perspectiva se asume que la exposición repetida a los
contenidos de violencia en los medios de comunicación produce un efecto de
habituación o desensibilización afectiva. Las personas, que inicialmente
experimentan respuestas emocionales negativas por la contemplación de escenas
de violencia, a medida que se incrementa el número de exposiciones a este tipo
de contenidos reaccionarán con menor intensidad afectiva. Es decir, dichos
materiales dejarán de producir reacciones emocionales negativas; este efecto se
constata tanto en la res-puesta fisiológica como en la experiencia subjetiva
del sujeto. De este modo, se plantea una relación positiva entre exposición a
la violencia de los medios y habituación o desensibilización emocional.
· Teoría de la transferencia de la
excitación. Respuesta física de la audiencia (respiración, ritmo cardiaco, pupilas,…)
y repetición en otros contextos.
La teoría de la transferencia de la excitación fue postulada por Dolf
Zillmann(1979) influido por la teoría bifactorial de la emoción de Schachter y
Singer (1962). Zillmann sugiere que se puede transferir la activación residual
producida por una fuente a una nueva condición activadora; es decir, la
activación oarousal “sobrante” de una
situación anterior puede añadirse a la activación producida en una situación
nueva. Como consecuencia de ello se incrementa la excitación asociada a la
segunda situación. Cuando una persona que se encuentra aún activada por algo
que le acaba de suceder (por haber experimentado una emoción particular o por
haber realizado una actividad con capacidad de excitación fisiológica) se
enfrenta a otro episodio que le produce una reacción emocional, dicha persona
experimentará este nuevo estado afectivo
de manera más intensa, y también actuará
con mayor intensidad que si no hubiera existido un estado de activación
residual procedente de una experiencia que le hubiera activado previamente.
6. Tipos de efectos que generan los medios
·
Efectos cognitivos. Marco interpretativo sobre la
vida social. Cuando se adquiere
información social, intencionada o accidental.
·
Efectos sobre actitudes (refuerzo, efecto narcotizante).
Cuando se crean o se cambian las opiniones, actitudes o creencias.
·
Efectos emocionales. Pérdida de sensibilidad. Nos cambian el humor o nos emocionan.
· Efectos conductuales. (Hábitos) cambian el
comportamiento.
7. Violencia contra las mujeres en los medios
Se ha extendido desde la imagen de la mujer y la
feminidad a la violencia de género, no tanto en términos del fenómeno en sí
(como en aquellas revistas “para mujeres” que se ocupan de estos aspectos desde
un punto de vista descriptivo y consejero), sino de lo que se publica en los
medios, cómo se enmarca y describe, qué temáticas y argumentos se priorizan,
cómo se jerarquiza a los distintos actores o interventores y sus versiones
(Fernández). Las académicas feministas plantean que la cobertura de
la violencia contra mujeres no puede separarse de la cobertura que hacen los
medios de las mujeres en general. Estos análisis son por tanto una extensión y
se realizan siempre bajo el paraguas de los postulados sobre la presencia del
factor género y la imagen de las mujeres en los medios. Si bien algunos autores
destacan la importancia del papel concienciador que han tenido los medios al
sacar a la luz pública un problema “privado”, consideran que ello es sólo el
principio, y que tan importante como la visibilización de la violencia de
género a partir de su inclusión en la agenda informativa es la manera como se
la aborda y explica. Así también, no es suficiente con denunciar el síntoma (la
violencia de género) sino que los medios deben dejar de contribuir a su desarrollo
a través del mantenimiento de los estereotipos de género. (Alberdi y Matas,
2002)
8. Rol del comunicador social
El Congreso mundial de
comunicación para el desarrollo en Roma, en la sede de la FAO el año 2007 y que
pueden servir de ayuda para re-pensar el rol del comunicador. Mencionaré
algunas de esas conclusiones:-
·
La comunicación para el desarrollo es para los que no están en este
sector, es para formar ciudadanos.
·
La experiencia sociocultural de la comunidad local juega un papel
protagónico.
·
Hay que entender la comunicación desde el contexto de la gente, porque
es difícil hablar de comunicación donde no hay valores y hay crisis sociales en
curso. Donde las palabras no tienen sentido ni sustento en la vida real. Es
difícil hacer comunicación cuando los que hacen comunicación no dialogan con
los grupos sociales no escuchan los testimonios y las narraciones delas
mayorías sin dar atención a las perspectivas de dichas mayorías incluyendo sus
códigos propiossin entender la realidad que defienden.-
·
El aspecto participativo implica la inclusión de la perspectiva cultural
en la comunicación.
·
El trabajo del comunicador pasa también por atrevernos a aceptar nuestra
realidad para cambiarla.
9. Conclusiones
·
La
violencia es un acto que tiene como producto el daño en la integridad física,
psíquica, sexual, en la personalidad, y aún en la libertad de movimiento de la
víctima. Y desde el punto de vista de las comunicaciones, la violencia es
estudiada como uno de los componentes en los mensajes de los medios masivos y
de las repercusiones que pueden tener en las personas.
·
Existen tipos de violencia en los medios de comunicación: una explícita,
que es la que aparece en las imágenes e información, como los medios
televisivos, escritos, gráficos o informáticos, que muestran cotidianamente
imágenes de hechos o conductas violentas; y, una implícita, que es la que se
aprende y se percibe diariamente a través de las relaciones entre los seres
humanos, ya sea local, regional o universal. Asimismo, la violencia pasiva, en
la que los medios se limitan a presentar la violencia existente y beneficiarse
de sus efectos, y la violencia activa, en la que son los medios los que
provocan la violencia, la ejercen o la fabrican.
·
La violencia contra la mujer se da en los medios de comunicación,
resaltando el aspecto físico de la mujer, tratándola a tratar como objeto y
llegando a crear estereotipos de una mujer perfecta.
·
El comunicador social tiene como verdadero rol incentivar la cultura, mantener
los antiguos valores, porque es difícil hablar de comunicación donde no hay
valores y hay crisis sociales, crisis que lamentablemente lo generan los mismos
comunicadores.
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